Los furibundos ataques que está sufriendo la todavía empresa adjudicataria de la gestión de la
Monumental de Las Ventas, no por merecidos dejan de ser sorprendentes, máxime cuando se constata que provienen de sectores que no se han distinguido precisamente por su beligerancia con anteriores adjudicatarios.

Si nos remontamos a los primeros tiempos de los
Dalton Brothers (
PSOE en el poder, Múgica en el callejón, abrazos y parabienes antes de abrirse las plicas) y hacemos un poco de memoria de las sucesivas adjudicaciones de la gestión de la plaza, todas han sido sospechosísimas, y las dos últimas, bajo la batuta del
PP, con resoluciones judiciales que las declaraban nulas. Casi nadie desde los medios de comunicación ni desde los colectivos de aficionados prestó demasiada atención a esas circunstancias, y menos aún a los incumplimientos que se hicieron a los sucesivos pliegos de condiciones.
Se fueron cuando quisieron y de rositas. ¿Es que los
Dalton no incumplieron jamás un pliego, ni dejaron la antaño pujante temporada de verano venteña hecha un solar, ni se pasaron por el forro de sus caprichos las legítimas demandas de los aficionados? Claro que lo hicieron, pero con mucha más inteligencia que los de ahora. Para empezar, acumularon
amiguitos que han ido copando puestecillos y que hoy se encargan de vocear lo malos que son los actuales gestores, preparando el ambiente para que los
Dalton Jr. desembarquen en
Las Ventas como salvadores.
El asunto de los
ladrilleros, con ser escandaloso, no deja de ser una cortina de humo. Entre los que quieren que se vayan los actuales también hay
ladrilleros-ganaderos que en la época anterior se pasaban el día en las oficinas de
Las Ventas, o hacían ostentación de su presencia en callejones variados. Hoy van de conspicuos representantes de la afición y no tengo que decir más, porque sus nombres están en la mente de cualquier aficionado que no haya sido todavía abducido.
Ante las irregularidades y tropelías puestas de manifiesto, estamos de acuerdo con quienes piden un nuevo concurso para adjudicar la gestión de Las Ventas, ¡pero ojo!: no queremos volver a ver a los
Dalton Brothers (versión
Senior o
Junior) aparecer por esta plaza ni en pintura. Que se les ve venir por el horizonte, a ellos y a sus secuaces.