Con retraso y apurado de tiempo -el trabajo es lo que tiene, bendito sea- escribo este
post para apuntar lo que me pareció más interesante de las
VI Jornadas sobre Ganado de Lidia, celebradas en la Universidad Pública de Navarra durante los pasados días 21 y 22 de noviembre. En síntesis, de todas las conferencias e intervenciones hubo dos que me gustaría destacar: "¿Siente dolor el toro durante la lidia?", por Juan Carlos Illera, y "Ética de la bravura", por Francis Wolff.
En la primera el Profesor Titular de Fisiología Animal de la Universidad Complutense de Madrid, Dr. Illera, dio cuenta de un estudio preliminar sobre 180 toros y 120 novillos lidiados en Las Ventas, en el que se han investigado "los mecanismos de respuesta al estrés en el toro de lidia" y "si la respuesta neuroendocrina modifica el umbral de sufrimiento de estos animales", con resultados sorprendentes. En efecto, del estudio de los niveles en sangre de diferentes hormonas, se ha llegado a la conclusión de que el toro de lidia sufre mucho más estrés en el transporte a la plaza que durante la lidia y que, en el transcurso de esta, el nivel de estrés es muy superior al salir del toril que en el último tercio.
En lo que se refiere a la otra cuestión objeto de estudio, el Dr. Illera ha concluido que "el umbral de dolor en los toros es altísimo" debido a que, "durante la lidia, liberan grandes cantidades de betaendorfinas."
Carlos Buxadé, Julio Fernández y Juan Carlos Illera
En la otra conferencia que quiero destacar, el filósofo y profesor
Francis Wolff (ENS, París) defendió los valores éticos que subyacen en la corrida de toros frente a una sociedad que "trata de esconder la muerte como si de una enfermedad vergonzante se tratara", con "una representación cada vez más dulce de la naturaleza, como si ello fuera la decoración de un cuento de hadas, el reino de la armonía preestablecida, como a menudo se ve en los dibujos de Walt Disney: las ratas no son portadoras de la peste, es
Ratatouille..." Para el profesor Wolff la corrida es la única práctica actual en la que se funden los valores estéticos del arte y los éticos de la existencia: "esto nos lleva al origen del arte, o si se prefiere a su verdadera razón de ser, en el que el buen gesto es a la vez el gesto
moral (la conducta valiente) porque demuestra sacrificio, generosidad, grandeza y, sobre todo, lealtad con relación al adversario, y el gesto
estético, la conducta artística, porque demuestra la armonía, el equilibrio, la potencia expresiva."
Piensa Francis Wolff, y así concluye su intervención, que "son los valores de la corrida los que faltan cada vez más en nuestra modernidad, que es a la sociedad a la que hay que interrogar, no a la Fiesta de los toros. Cuanto más se alejan de la corrida los valores cotidianos predicados por nuestra modernidad, más deben ser defendidos los valores excepcionales predicados por la Lidia."
Hubo mucha más tela que cortar en estas magníficas
Jornadas organizadas por los profesores Purroy Unanua y Buxadé Carbó. Remito a quien le pueda interesar una información más completa al
libro que recoge todos los textos presentados por los distintos intervinientes.